El término
“comunicación” se utiliza en una gran variedad de conceptos y con una amplia
diversidad de sentidos que, en ocasiones, contribuyen a hacerlo confuso.
¿Dónde
empieza y dónde acaba el fenómeno que llamamos comunicación?
El concepto
de comunicación es un concepto problemático y complejo:
- Abarca
fenómenos comunes en contextos muy diversos: físico, biológico, social ...
- Abarca
fenómenos diferentes en un mismo contexto: una conversación entre dos
interlocutores y una reacción a una señal son dos hechos comunicativos sociales
y, no obstante, sustancialmente diferenciales.
Polisemia:
Afirmar que
la comunicación es un término polisémico implica decir que se ponen en juego
distintos significados para un mismo término.
Como ejemplo: no es
lo mismo hablar de la comunicación que se da a nivel ecológico entre especies o
entre una especie y su entorno que hablar de la comunicación que se da entre
dos instituciones, entre una institución y un usuario, o entre dos personas. Se
trata de concepciones distintas: comunicación como interacción funcional y
comunicación como interacción semántica
Ambigüedad
La ambigüedad
hace referencia a la mezcla o confusión entre los matices de significado de un
término. Por ejemplo, mediante la disonancia entre la descripción y el
funcionamiento de ese término: así, en el caso de la “información” es frecuente
encontrar cierta impresión o incoherencia entre:
- Los
esquemas y elementos utilizados para la descripción del fenómeno
- Las
consecuencias y alcance práctico del fenómeno mismo.
Multidimensionalidad
La
comunicación es así un fenómeno que tiene lugar en diferentes ámbitos (lógico,
biológico, cultural, social, tecnológico, etc.).
- Debido
a la multidimensionalidad, podemos hablar de comunicación entre células, entre
personas, entre instituciones, entre países, entre insectos, incluso entre
ideas y sistemas de ideas.
- Debido
a la polisemia podemos hablar de comunicación como intercambio, como
cooperación, como mandato, como demanda, como conducta, como acción.
Debido a la ambigüedad se producen cambios de
sentido y de significado en el concepto mismo de comunicación (por ejemplo, la
comunicación como transmisión de información significa algo muy distinto antes
y después de la teoría matemática de la información).
Rasgos básicos de la comunicación
Para diseñar
una perspectiva de la Teoría de la Comunicación, de acuerdo con los enfoques
aportados desde diversas disciplinas, tenemos dos opciones:
a) Limitarnos
exclusivamente al ámbito social, cultural y tecnológico de la comunicación
(sociología y tecnología de la comunicación), circunscribiéndonos al uso común
del concepto como “intercambio de información”.
b) Plantear
previamente un concepto general de comunicación coherente con los distintos
ámbitos en que es posible utilizar dicho concepto y delimitar las
interrelaciones que se puedan dar en tales ámbitos.
Desde nuestro
punto de vista, cuando usamos la palabra “comunicación” en nuestro mundo social
usamos también en ese concepto aspectos procedentes del mundo de la vida, de la
tecnología, etc. Por esta razón, creemos necesario optar por la opción b.
Esto implica plantear
un concepto abstracto de comunicación que nos sirva de plataforma para analizar
en concreto los distintos fenómenos denominados “comunicación” y comprender su
importancia radical en el ámbito social.
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